jueves, 24 de enero de 2013

La metáfora de las olas.

La metáfora de las olas.

La vida como las olas,
van y vienen sin aparente ritmo,
sin embargo,
en su deambular constante,
las olas generan un código rítmico,
irrepetible, indecifrable.
La vida,
en su trajinar aparentemente absurdo,
traza de manera inequivoca,
una huella única,
perfecta, individual,
une y separa a su antojo
personas, lugares,
tiempo y espacio.
El agua,
que moja la arena
borrando sus huellas,
es el exacto reflejo
del tiempo,
que en su incesante
y permanente transcurrir,
borra recuerdos,
deja sanar las heridas
y de manera mágica,
alimenta de conocimientos
nuestra alma,
y pone irremediablemente
el ego a dieta...

Juanjo Braida 2013