Juanjo Braida
"Soy lo que soy, ni mas ni menos. Y lo que soy es lo que ves"
domingo, 6 de agosto de 2023
domingo, 7 de noviembre de 2021
jueves, 4 de noviembre de 2021
Cómo da 2 - Yo 0
miércoles, 9 de junio de 2021
Poema de un simple te quiero.
Caramelos.
jueves, 20 de mayo de 2021
Quentes.
lunes, 17 de mayo de 2021
Noctilucas.
sábado, 15 de mayo de 2021
lunes, 10 de mayo de 2021
Oxido
miércoles, 3 de marzo de 2021
alado y ardiente,
encendió su cuerpo,
quemándole los miedos,
renaciéndola en cenizas,
más vital y más nueva,
más mujer y más hembra,
más impúdica y mas lúdica.
De mi perdición son culpables
sus labios y sus pechos,
sus ojos, sus miradas y sus gestos.
Y me entrego,
y me quema,
y ardo en ella,
dentro de ella...
Y me pierdo y la encuentro,
y me quema y ardemos...
Ya no sé a qué demonio venerar,
a qué hijo del infierno prender velas,
¿quién le dio de pronto ese fuego?
¿quién la ha hecho nacer, tan mujer y tan nueva?
tan ella, tan de nadie y ¡tan mía!
Juanjo Braida 2014®
Presunción de recuerdo.
martes, 9 de febrero de 2021
lunes, 8 de febrero de 2021
Inferni.
martes, 2 de febrero de 2021
Lluvia.
A la carta.
viernes, 22 de enero de 2021
Declaración de ausencias.
A la sombra de su paraíso.
miércoles, 20 de enero de 2021
Presentación, epílogo, advertencia y descargo. Yo el que escribe.
A mi salud y la de Charles Bukowski.
miércoles, 13 de enero de 2021
Presencia.
sábado, 2 de enero de 2021
Premium.
viernes, 25 de diciembre de 2020
Te veo de reojo, observo el perfil derecho de tu rostro mientras imagino una caricia que baja tierna desde la nuca hasta el centro de tu espalda. Sonríes mientra hablas, yo te miro y a pesar del viento fresco, me derrito soñando un beso. Estas ahi, a mi lado, balanceándote ajena a mis pensamientos, mientras yo me gasto las miradas.
Juanjo Braida 2020
jueves, 24 de diciembre de 2020
La otra Navidad
Se acabaron pa ti mis caramelos ácidos...
Juanjo Braida 2013®
miércoles, 23 de diciembre de 2020
jueves, 17 de diciembre de 2020
Inventario de ausencias.
Inventario de ausencias.
Mis prosas peores carentes de gracia
las compuse en amores que hoy son distancia,
mis años mejores -aquellos que espero-
se niegan a verme me creen recuerdo,
me sueñan soñando y yo sigo despierto.
Las noches mas frías de aquellos veranos,
los versos sin rima de cuando no amamos,
la cerveza caliente que muere en el vaso,
el cigarrillo olvidado en tu cenicero,
inválidas excusas, tesoros perdidos, añejos, ajenos.
Los hijos no natos de tanta lujuria,
la caricia áspera de la desventura,
la muerte en vida de agónica ausencia,
los días sin sol, mi poca experiencia
recuerdos que olvido con mucha frecuencia.
Si fuera lineal el tiempo pasado,
si no se curvara en recuerdos,
si todos los locos un día cualquiera
en brutal rebeldía con Dios y con ellos
nacieran poetas valientes y cuerdos.
Si solo un motivo tu nombre tuviera,
si no me encontrara distante y perdido,
tendría la noche estrellas y lunas
serían tus ojos humildes y buenos,
estaría tristemente mas cuerdo, mas muerto.
Juanjo Braida 2013®
miércoles, 16 de diciembre de 2020
La sombra de la leona
lunes, 14 de diciembre de 2020
I
I
Hoy me ataca la noche, por la espalda, traicionera, esperada,
me cobijo en el recuerdo, insípido, inconsistente,
intento -en tus brazos lejanos- despertar el presente
susurrándote en silencio airosa alborada.
Te extraño en tono ocre, en mustia espera doliente, tensionada,
en caramelos de miel mi boca convierte presta un secreto en beso,
recorren mi alma tus suaves caricias, soñando inmóvil tu pronto regreso
buscando a tientas entre mis desvelos la lujuria que dejaste abandonada.
Presúmote lejos, bienaventurada, de tanta nostalgia invádenme celos,
te observo en retratos gastados, añejos, tan sordos, tan mudos,
y una hoguera incendia voraz, tu mundo y el mio no tan paralelos.
Qué suerte distinta tendría mi noche, si acaso vinieras un rato a mi veda!
serian eternos los fugaces segundos, curvándose impío todo el universo
siendo tan noble, tan puro, tan nuestro, que ni el propio Dios lo prohibiera.
Juanjo Braida 2013©
martes, 24 de noviembre de 2020
Dia uno de olvido.
sábado, 7 de noviembre de 2020
Sonrisa de utilería.
martes, 3 de noviembre de 2020
Oro.
miércoles, 21 de octubre de 2020
Queriendo leerte.
lunes, 19 de octubre de 2020
Juanjo Braida 2020
martes, 13 de octubre de 2020
La nada.
sábado, 19 de septiembre de 2020
Ruta.
viernes, 18 de septiembre de 2020
Carta primera a mi hija.
sábado, 12 de septiembre de 2020
Nada.
Ansiedad.
martes, 8 de septiembre de 2020
martes, 18 de agosto de 2020
Humedad.
sábado, 15 de agosto de 2020
Inmortales.
Inmortales.
Que curiosa la agonía de los besos
que se quedan colgados de los labios
y ni el tiempo puede deshacerse de ellos.
Aparecen cuando crees que se han muerto
rompiendo la distancia de los años,
se levantan a si mismos y caminan
por los vacíos pasillos donde habita el desengaño.
A qué eterno purgatorio son condenados
que ni mueren, ni viven, ni se van, ni se olvidan,
sobreviven al desgaste de los calendarios
como suicidas condenados a vivir por siempre,
son vestigios de una energía
que debió apagarse con el último te quiero,
con el ultimo aliento exhalado
del cadáver de un difunto amor eterno.
Juanjo Braida 2014©
(foto Anna Hurtig)
Velorio de besos.
Murieron todos,
se suicidaron de apuro y de golpe.
Aún recuerdo el último,
cortito y apurado por nacer.
Tendré que vivir sin ellos,
deberé aprender a no velarlos
y dejar que los entierres en otros labios.
Se murieron todos,
me dejaron lastimosamente con vida.
Respirando el aire sin tu perfume.
Que maldad!
que derroche de caprichos rebuscados
yo queriendo y vos negando.
No se bien si se suicidaron,
o tu, los asesinaste.
Al caso, muerto están
y más no importa.
Me faltan,
los lloro en un duelo que presiento
será largo y frío
como el invierno que sembraste en mi pecho.
Se fueron tus besos de mi,
sin embargo,
el sabor a ti se me quedó metido en la boca.
Murieron todos,
menos yo que quedé en este limbo dantesco,
entre el paraíso de los recuerdos
y el infierno helado de las noches.
Juanjo Braida 2020
martes, 11 de agosto de 2020
Era ella.
Estaba vivo, parecía moribundo y hasta hediondo pero estaba vivo. Era dulce como una flor de esas que te déjan sonriendo más tiempo de lo que imaginas. Era ella, definitivamente ella. No era el calor de la estufa, el vino en la noche de invierno, era ella y era yo. Tan inmortalmemre indefensos que sólo una nube podía apartarnos. Era ella, lo sabia desde esa mañana en las sierras. No podía equivocarme tanto, si algo sabía era leer su mirada. Vio mis demonios y se quedó. Era ella, podía distinguirla de ojos cerrados en una multitud, su perfume al viento, la sonrisa tatuada, la mirada con brillo, era ella!
Juanjo Braida 2020
viernes, 7 de agosto de 2020
Menta, tabaco y ausencia.
jueves, 6 de agosto de 2020
Carta breve para usted.
miércoles, 5 de agosto de 2020
lunes, 3 de agosto de 2020
No era el Parkinson.
Te dejé dormir.
Te dejé dormir y no quería,
tampoco tu querías dormir
y sin embargo, te dormiste.
Quizá hubiéramos podido no dormir juntos,
por ahí lo necesitabamos,
pero te dejé dormir.
Me cuesta cada vez más
mirarte a los ojos y disimular,
negar que no me pasa todo el mundo
en ese espacio que dejas a oscuras cuando parpadeas.
Te dejé dormir y me arrepiento,
debí desvelarte, debimos arder,
pero ahora tu duermes
y yo escribo.
Juanjo Braida 2020