domingo, 6 de agosto de 2023

Estaba allí, mirando mi chat a la distancia. Era una Venus de piernas torneadas. Su cara inocente dejaba entrever de vez en cuando una mirada pícara de mujer fresca. Empezaba a vivir, a sentirse mujer, trataba de discimular su belleza, pero a momentos, cuando quería incendiar o incendiarme, mostraba su lado mas sexy.
Definitivamente sus piernas eran su tesoro, y juro por los dioses de mis ganas que serían mi almohada favorita.
Me gustaba, me hacía encenderle un cigarrillo tras otro mientras acariciaba mi pitbull y soñaba con mis dedos entrelazados en su cabello .
Estaba cayendo, era MI caela, mi caída, mi rincón del paraíso en minifaldas. Era la inocencia y la lujuria, era ella.

Juanjo Braida 2023®

domingo, 7 de noviembre de 2021

Dicen que la mayoría de las personas solo sobreviven, es decir, respiran, toman cerveza, tienen sexo, familia, trabajo, todo lo que se supone se espera de ellos. Hay una minoría extraña que vive, estos son, (a ojos de los anteriores) los raros, los diferentes, los solos, las ovejas negras, los malditos poetas, los que van con una imagen que desespera a los normales, a los muertos que caminan, a los que toda su existencia se resume a la siguiente premisa, "es malo ser diferente". Sin dudas, nosotros, los más anormales, los del amor fácil pero intenso, los curiosos, los disidentes, los ateos que llevamos el dios dentro, que con nuestras miserias y nuestras virtudes logramos seguir caminando (cómo dice Fito) al lado del camino, y muchas veces a campo traviesa, cómo matreros espirituales. No buscamos más la completud, nos sabemos dolorosamente imperfectos y perfectamente completos. Es un viaje largo, siempre hay algo que superar, somos la pieza que parece faltar en el puzzle de otras almas, hasta que se dan cuenta que no encajamos. Ser diferente no es una elección, ni un castigo, ni una bendición o privilegio. Ser diferente es solo la obra de un universo que como reza esa vieja frase, de vez en cuando necesita una excepción para confirmar la regla. Si sos de los diferentes, si no hay puzzle en cuál encajes, siéntete dichoso, la gente "normal" no vive, que no te confunda su aparente libertad, son exclavos de un adoctrinamiento, aves de corral, pájaros nacidos en jaulas, siempre bien alimentados, pero incapaces de intentar volar, como gallinas, colaborando eternamente con el gran omelette de un sistema que los quiere dormidos, sumisos y convencidos. Si te tocó en suerte "ser diferente" la vida parecerá siempre como escalar el Everest, cómo la travesía de Parrado y Canessa, será siempre un eterno esfuerzo para vencer cada reto, y tendrás solo un aliado fiel, la incertidumbre.

Juanjo Braida 2021

jueves, 4 de noviembre de 2021

Cómo da 2 - Yo 0

Vida 2 - yo 0.

Y es verdad si, extraño un poco aquellas charlas en las que daba gusto hablar, las de hace mucho tiempo atrás, donde no cabían, ni los celos, ni los reproches, dónde infidelidad era una palabra más del diccionario, el dos era el número más alto, y compañera era tu apellido. 
Es verdad también que tu cama estaba aún tibia cuando yo llegaba, que mi lado de la misma, no era solo mío, y tu frase "no somos nada" se tatuó un medio día, cuando mis ojos vieron la infamia, la doble traición, cuando perdí al mismo tiempo, a un hermano mío y de tu sangre y a vos. 
Es verdad que me dolió soltarte, cómo supongo debe doler un parto, o la perdida de un miembro, sentí que me arrancaba de mi mismo más de medio corazón, y casi toda la ternura que te guardaba. Fue solo un instante, después llegó la aceptación, el sosiego, la calma, la liviandad y días más tarde al fin, la felicidad. Hoy  que no se de vos, ni vos de mi, una paz me recorre los adentros, y mi corazón, cada vez que lo interrogo, me dice: hiciste lo correcto.

Juanjo Braida 2021

miércoles, 9 de junio de 2021

Poema de un simple te quiero.

Poema de un simple te quiero.

Te quiero y lo sabés,
te quiero sin necesidad ni necedad, 
con motivos complejos y razones simples, 
te quiero y no aparento, 
no me escondo entre el murmullo 
aturdidor de otras sonrisas. 
Te quiero y te propongo, 
te proyecto mis días venideros 
sean cinco o sean diez mil, 
porque al final es lo mismo, 
siempre es hoy, 
y hoy te quiero. 

Juanjo Braida 


Caramelos.

Caramelos.

Me tomo un rato para respirarte, porque considero que ya te fumé bastante. Ya corrí sin chancletas entre las piedras de tus vaivenes sin lograr más que verte igual de lejos. Un día soy todo y otro nada y me entero con tristeza que te pasa lo mismo. Que mal te funciona la antena piba, o quizá yo transmito en Fm y tu recibes en Am. Me estoy poniendo frío, y no es el invierno, ni tu garrafa, ni la cama mía sin tu cuerpo. Sos vos loca, sos vos que me sacás la frazada y me decís que yo te destapo. Cada día se que me querés más, sin embargo, eso no te acerca más a mí, ni te deja más dulce, ni más tierna, ni más querible. Te llenas el alma de Off cuando mi voz como un mosquito te pide un poco más de compromiso. Pensarás quizá (y erróneamente agrego) que quiero picarte. Sin embargo, mi zumbido, tan molesto para vos, es esa voz que te grita desde adentro que te amo y que te elijo entre un millón de posibilidades, y que el único vaivén que soporto es el de tus caderas. No se amar a medias, no está en mi ADN medio entregarme. Me doy al cien, me la juego, me frustro como vos cuando el miedo me gana. Si ya se... pensarás que no entiendo nada, que no veo más allá de mis narices, sin embargo "amiga mia" éste compañero que tanto querés sólo intenta hacerte un poquito mas feliz, un poquito mas segura y un poquito mas libre. Pero el tiempo se nos va, y estamos viviendo a medias, queriendo a medias, buscando que uno vea la realidad del otro. Como dos ciegos tratando de pegarle a la piñata. Eso somos, dos ciegos, tu tal ves un poco sorda y yo sin dudas un poco mudo. Hacénos el favor de pegarle a la piñata que se nos termina el cumpleaños, ¿y sabés que? los dos queremos los mismos caramelos. 

Juanjo Braida


jueves, 20 de mayo de 2021

Quentes.

Quentes.

El otoño estaba ahi afuera, dentro la hoguera ardía permanentemente, en cada palabra, en cada gesto, en la sonrisa. Todo avivaba el fuego, que humedecía implacable el infierno de tu vientre. Cada noche un nuevo incendio, y a la mañana, bastaban un par de charamuscas para arder de nuevo. No puedo estar así! -exclamabas- mientras la pira encendida de las ganas nos quemaba a la distancia presagiando una memorable batalla cuerpo a cuerpo. Echa más leña, al final, para estar fríos tenemos los años de la muerte.

Juanjo Braida 2021

lunes, 17 de mayo de 2021

Noctilucas.

Noctilucas.

Los leños ardían, la magia del fuego iluminaba entre penumbras las miradas. Bebíamos el vino, la copa pasaba de mano en mano entre roces cómplices y miradas insinuantes. Los cuerpos cálidos por fuera avivados por el fuego y los abrazos, y por dentro, comenzaban a desatarse dos incendios majestuosos. ¡Que arda Roma dijo Nerón! y en un desfile de caricias sobre la manta que nos hacia de alfombra comenzó la danza maravillosa de nuestra lujuria. Se derramó el vino sin querer, y la manta se humedeció aún más. Nada podía apagarnos, brillábamos encendidos como dos noctilucas perdidas en la orilla del océano en pleno invierno. ¡Que arda Roma! dijimos, y ardió.

Juanjo Braida 2021

sábado, 15 de mayo de 2021

Hoy nos sobró una copa de vino pero nos faltó tiempo,
no rompímos el sillón pero si el maleficio de la espera. 
Nos sobraba tarde,
y sin embargo, 
faltaban las horas de la noche 
y por diez minutos, 
fuimos más que reyes en tu castillo. 
"El que busca encuentra" -dijiste- 
y por varios días sólo buscamos. 
Te regalé mis te quiero y el almuerzo 
y tu me tomaste en tu templo. 
Siempre nos sobra vino 
y casi siempre nos falta tiempo. 
Te regalo mis te quiero y el desayuno, 
y tu me das tu sonrisa, tu humedad y tu fuego.

Juanjo Braida 2020

lunes, 10 de mayo de 2021

Oxido

Óxido.

Hacerce cargo de uno mismo es la tarea más inmensa, difícil y mejor recompensadas. Sin embargo, muchos y me incluyo, preferimos hacernos cargo de alguien más, nos engañamos con aquello de "si a el/ella le hace feliz a mi también" éste es un proceso desgastante, te corróe como el óxido, lenta pero inexorablemente, desde adentro y sin aviso. Para cuando ese óxido sale a la superficie estamos al borde del colapso emocional. Ahí sólo quedan dos caminos, comenzar el lento tortuoso camino de la reparación o dejar que las ruinas caigan de a pedazos como chatarra inservible de una vida mal gastada. El camino de la reparación está lleno de renuncias, el ego nos abofetéa cada vez que puede y sólo la voluntad disfrazada de esperanza colabora y da fuerzas para ese nuevo comienzo, el hacerce cargo, tomar las riendas de la vida, despertar.

Juanjo Braida 2021

miércoles, 3 de marzo de 2021

Ya no sé qué demonio
alado y ardiente,
encendió su cuerpo,
quemándole los miedos,
renaciéndola en cenizas,
más vital y más nueva,
más mujer y más hembra,
más impúdica y mas lúdica.
De mi perdición son culpables
sus labios y sus pechos,
sus ojos, sus miradas y sus gestos.
Y me entrego,
y me quema,
y ardo en ella,
dentro de ella...
Y me pierdo y la encuentro,
y me quema y ardemos...
Ya no sé a qué demonio venerar,
a qué hijo del infierno prender velas,
¿quién le dio de pronto ese fuego?
¿quién la ha hecho nacer, tan mujer y tan nueva?
tan ella, tan de nadie y ¡tan mía!

Juanjo Braida 2014®

Presunción de recuerdo.

Presunción de recuerdo.

Había tanto fuego disfrazado de ternura 
que ardían los poemas y los besos,
se quemaron las sábanas mojadas 
y un odio escondido 
cortaba como cuchillo 
sus almas desnudas.
Se amaban con cordura,
con premeditación y alevosía,
calculando la dosis de besos 
para no envenenarse de alegría.
Y el amor -como es sabido-
no crece en las almas ordenadas,
él prefiere los caóticos andenes 
donde perderse y escapar de las miradas.
Se mataron de un adiós 
y un buen día,
le ganó la negación al heroísmo,
se olvidaron de maneras tan distintas 
que aún ignoran si se vivieron 
o tan solo se soñaron.
No se puede salvar lo que no ha muerto,
porque no puede morir lo que no ha nacido.

Juanjo Braida 2015©

martes, 9 de febrero de 2021

En una sociedad moderna y de plástico, ser anticuado y de vidrio, es una debilidad disfrazada de fortaleza.

 Juanjo Braida 2014®

lunes, 8 de febrero de 2021

Inferni.

Inferni.

Sabía que tenía un ricon del infierno asegurado, con fuego acondicionado veinticuatro siete, lava ardiente de desprecio bañando los rincones y un perfume a azufre que emanaba de tu cuello, el mismo cuello al que ya no podía besar. Estaba condenado, eternamente vivo adentro de esta muerte del no tenerte y estar a mi lado.  

Juanjo Braida 2011

martes, 2 de febrero de 2021

Lluvia.

Lluvia.

Amaneció lloviendo, las tan ansiadas precipitaciones habían por fin llegado, se habían humedecido los prados y el suelo la recibía de buena gana. Era el final de la sequía, medio verano había ardido todo casi apagando el verde, pero hoy había llovido, disfrute de mojarme y como un niño, jugué en el agua hasta cansarme. El olor a tierra húmeda, el agua cayendo en el techo y tu perfume... nada podía ser más perfecto. Se terminó la sequía, bienvenida tu de nuevo, bienvenido el amor y su lluvia de bendiciones.

Juanjo Braida 2021

A la carta.

A la carta.

¿Por qué no estás?
si no te has ido,
si te veo, sino olvido,
si recuerdo,
si respiro...
¿Y si vuelves?
si regresas y te quedas,
si te acuestas y me sueñas,
si despiertas,
si me besas,
si pudiera,
si quisieras;
si mi amaras y estuvieras.
Pero huyes y me llevas,
y me dejas,
y te olvidas,
y me matas, me condenas...
Y te espero, 
y es en vano,
y te sueño,
y no muero, me desangro...

Juanjo Braida 2014®

viernes, 22 de enero de 2021

Declaración de ausencias.

Declaración de ausencias.

Algún día, mas allá del cese al fuego, habremos conseguido la paz del olvido. Reinaremos en castillos vacíos, seremos fieles vasallos de nuestras soledades, verdugos de nuestros sueños y dueños de miserias. 
Será el olvido una fosa ardiente en el dantesco escenario de los reproches sin sentido, de las escusas no válidas, de los besos perdidos, de los versos perdidos...
En ésta declaración de ausencias, alego a mi favor que aun intento (sin éxito) olvidarte y en esa desenfrenada búsqueda de olvido solo encuentro recuerdos frescos, perfumes impregnados en las paredes y palabras ensordecedoramente mudas.

Juanjo Braida 2013
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS 

A la sombra de su paraíso.

A la sombra de su paraíso.

Estaba tranquilo, sentado a la sombra de su paraíso, nada mas literal y figurado a la vez fue dicho nunca. Sentía deseos de ella, de su cuerpo, de perderme entre sus piernas con la única esperanza de que jamás nadie me encuentre. Ardía por dentro mientras apenas si le decía que quería hacerle el amor, con el mismo poco entusiasmo con el que aveces se invita un mate. Pero por dentro la situación era diferente, quería tenerla, más que hacerle el amor, ésta tarde quería cogerla, sentir en mi rostro la humedad de su vientre, hacerla venir y quedarme en ella, sembrar en su cuerpo la lujuria desatada, el hambre contenida y los besos no natos o a medio camino quedados. La deseaba y sabía que quizá y sólo quizá pronto podría tenerla.

Juanjo Braida 2021

miércoles, 20 de enero de 2021

Presentación, epílogo, advertencia y descargo. Yo el que escribe.

Presentación, epílogo, advertencia y descargo. 
Yo el que escribe.

Hay dos tipos de escritores, es más, están los escritores y estoy yo como un sub rubro que no conoce el leerse en papel. Pero en esta era digital ¿qué tanto importa el formato papel? para mi y mis traumas si importa, aunque haya logrado que me lean en lugares donde siendo realista quizá nunca pisen mis pies como Groenlandia o Suecia. Están los que escriben del mundo, de la vida, de la historia y están los que escriben basándose en si mismos. Yo soy de éstos últimos. Jamás pude desnudarme del yo para escribir. Escribo cuando triste, cuando dudo, cuando tengo buen sexo y cuando me ataca alguna soledad de esas narcóticas y asesinas que de vez en cuando se me atraviesan sólo para que recuerde que ni las buenas ni las malas rachas son eternas. Mi ex psicóloga no opinaba igual (tal vez por eso es ex), pero cada hemorragia de poesía denota una especie de sanación, de catarsis, aveces a destiempo pero siempre genuina. En ocasiones se me va la inspiración y paso meses o años sin escribir un párrafo y otros días escupo toda la mierda o la miel que tenga según sea el caso. No sabría inventarme una oración si no la siento. He estado muy perdido y aveces me releo después de años y me desconozco, sin embargo, ese yo que escribió aquello sentía aquello, y esa es la puta lealtad de la que hablo, puedo haber cambiado, pero aquel también era leal y escribia de si mismo. Algunas ocasiones me pongo más fino y adorno las frases con palabras bien pulidas y otros días soy una mezcla entre simple y grosero que las manda como salen, sin acomodos. Cada vez maduro más y me importa menos la opinión del entorno. Uno escribe porque le nace, porque le gusta o porque simplemente se le da la gana. Es emancipación, rebeldía, antojo, rabia, alegría, tristeza... es la vida.
Dicho ésto, lea bajo su propio riesgo e intérprete lo que quiera, pero debe saber que la verdad (mi verdad) generalmente la escondo tan bien que ni yo mismo la encuentro en mis poemas 

Juanjo Braida 2021

A mi salud y la de Charles Bukowski.

A mi salud y la de Charles Bukowski.

Estaba empezando a tener sed, esa sed que se siente cuando los labios se resecan desde adentro, cuando se deshidratan y que sólo se remedia con un beso. Más no cualquier beso, y no hablo de si es uno tierno, uno pasional o un simple roce de labios, me refiero a que deben ser suyos. Sentía la distancia como una penitencia, como si intentara enseñarme algo. Pensaba en cuánto y cómo nos queríamos y en el esfuerzo que hacíamos por no separarnos. Aprendí a no llorar más que de emoción, tristemente me acostumbré a éstos golpes. Sin embargo, como un perfecto ludópata, apostaba mis últimas fichas a mi mismo, luego de quebrarme jugando sólo a sus números. Bukowski me insultaría alegremente y después me invitaría a una cerveza, porque al final, soy como él pero más imbécil. Porque como él dice y cito textual: "para escribir de amor hay que estar enamorado o con el corazón roto y no se cual de las dos es peor"

Juanjo Braida 2021

miércoles, 13 de enero de 2021

Presencia.

Presencia.

Estaba ahí, 
curaba mis heridas físicas 
laceraciones de un golpe 
que apenas se comparan 
con las heridas internas 
que también me estaba sanando. 
Estaba ahí, 
y mientras sus manos limpiaban mis heridas, 
mis ojos sangraban con vergüenza, 
aquellos que parecían ciegos, 
hoy eran obligados a ver una realidad 
que dolía más que los golpes, 
dolía pecho adentro, 
en la injusticia de los errores. 
Ella estaba ahí, 
y el orgullo hubiera preferido que no 
para no tener que matarse a si mismo 
y llamarse a silencio. 
Que profunda la tristeza de saberme equivocado 
y que enorme la alegría al mismo tiempo. 
Estaba ahí con todo su amor, 
cuando ni yo mismo 
había aprendido a dar tanto. 
Estaba ahí, 
y mi conciencia me hablaba al oído 
ensañándome una lección de amor y de humildad.

Juanjo Braida 2021

sábado, 2 de enero de 2021

Premium.

Premium.

Brillabas aquella mañana de verano, y yo, no pude menos que encandilarme. Desde ahí, como un insecto nocturno, aprendí a no alejarme de tu luz. Te he visto sonreír, aprendí el nivel exacto de tus ojos cuando eres feliz, y logré también reconocer como se te caen un poco cuando triste. Me hablas del valor de las simples cosas, y aunque parezca no entender, yo me enamoré de tus estornudos. Juro que te miro y un abrazo se me escapa por los ojos y te arropa aunque no lo diga. Estas encendida en la pantalla interna de mis sentimientos sin anuncios que distraigan, totalmente Premium. Te quiero desde el mismísimo momento en que fijé en ti mi mirada.

Juanjo Braida 2021

viernes, 25 de diciembre de 2020

Miradas.

Te veo de reojo, observo el perfil derecho de tu rostro mientras imagino una caricia que baja tierna desde la nuca hasta el centro de tu espalda. Sonríes mientra hablas, yo te miro y a pesar del viento fresco, me derrito soñando un beso. Estas ahi, a mi lado, balanceándote ajena a mis pensamientos, mientras yo me gasto las miradas.

Juanjo Braida 2020

jueves, 24 de diciembre de 2020

La otra Navidad

La otra navidad.

Hay una navidad amarga,
sin luces ni regalos,
de procesiones internas,
de recuerdos ahogados en alcohol 
y sueños de exilios terminados.
Hay una navidad diferente,
la navidad de los indigentes,
de los drogadictos, de los presos,
del buscador de panes extranjeros,
la navidad de las presencias ausentes,
de los que están a medias,
de los brindis a distancia 
y los besos imaginados.
Hay una navidad desconocida 
que habita en los que no están en ningún lado.

Juanjo Braida 2014©
En el servidor web de mis sentimientos, la página de nuestra amistad (desde hoy) muestra el mensaje - Error 404 not found-.
Se acabaron pa ti mis caramelos ácidos...

 Juanjo Braida 2013®

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Amo a mis ausentes fantasmas, y es un amor racional y justificado; son el siempre presente enlutado cortejo marchante, a toda hora, constante compañía. ¿Cómo no amar tanta fría fidelidad, tanto indiferente dolor?
Si al fin, su eterno no irse, viene a confirmar con cruel certeza, el amor que en secreto me profesan.

Juanjo Braida 2013®
Dormías en pacífico reposo,
sin ropa, al aire tus senos,
hasta Dios te miraba en silencio.
Yo a tu lado, lápiz en mano,
no pude hacer menos que escribirte.
Tentado estuve, de llamarte,
de besarte en silencio,
de interrumpir tu letargo
e invitarte un rato a soñar despiertos.
Pero mis ganas contuve,
mantuve mi cuerpo en silencio
y -a gritos desnudos-,
mi alma te llamaba.
Que noche de estrellas
tu cuerpo en la cama,
tan cielo en la tierra
dormías en calma.

Juanjo Braida 2013©

jueves, 17 de diciembre de 2020

Inventario de ausencias.

Inventario de ausencias.

Mis prosas peores carentes de gracia
las compuse en amores que hoy son distancia,
mis años mejores -aquellos que espero-
se niegan a verme me creen recuerdo,
me sueñan soñando y yo sigo despierto.

Las noches mas frías de aquellos veranos,
los versos sin rima de cuando no amamos,
la cerveza caliente que muere en el vaso,
el cigarrillo olvidado en tu cenicero,
inválidas excusas, tesoros perdidos, añejos, ajenos.

Los hijos no natos de tanta lujuria,
la caricia áspera de la desventura,
la muerte en vida de agónica ausencia,
los días sin sol, mi poca experiencia
recuerdos que olvido con mucha frecuencia.

Si fuera lineal el tiempo pasado,
si no se curvara en recuerdos,
si todos los locos un día cualquiera
en brutal rebeldía con Dios y con ellos
nacieran poetas valientes y cuerdos.

Si solo un motivo tu nombre tuviera,
si no me encontrara distante y perdido,
tendría la noche estrellas y lunas
serían tus ojos humildes y buenos,
estaría tristemente mas cuerdo, mas muerto.

Juanjo Braida 2013®


miércoles, 16 de diciembre de 2020

La sombra de la leona

La sombra de la leona.

XVIII

Cada noche, entre desvelo y desvelo, 
me pregunto si acaso tus caderas 
extrañaran mis brazos entrelazados, 
me pregunto también si te faltan
el amor y el sudor de la noche,
una pizca de sueños malgastados
y el profundo silencio de los besos.
Saberte tan impunemente bella,
arraigada a la memoria colectiva
de ésta cama mía que te sueña,
y que a ratos, cuando la luna se marcha,
te nombra en notas bajas,
en un agudo quejido de resortes,
porque el faltante vital de tu peso
la ha herido mortalmente como a mi.
Dónde si no acá, 
en éste rincón del infierno,
podrá tu hielo hacer mas daño,
dónde dormirá tu olvido,
qué sabor tendrán ahora tus besos,
con qué piel se abrigarán tus pechos,
en qué cama encenderás tu fuego,
y a qué ciego le darás el cielo de tus ojos.

Juanjo Braida 2013©

lunes, 14 de diciembre de 2020

Amigos confiésome: ANOCHE MATÉ A JERRY.

Luego de una cinematográfica persecución, cayó mortalmente herido de arma blanca en el tórax el  tenaz y escurridizo enemigo de Tom  y el abajo firmante.

Hoy, haciendo de la necesidad virtud, dejole aquí este humilde y sentido epitafio en versos criollos.

 Don Ratón Q.E.P.D.
2013-2013 (viven eso mas o menos)

Perdiste en esta ocasión,
Eso es así de sencillo,
El filo de mi cuchillo
Se enterró sin compasión,
Rompiendote el corazón 
Mi querido ratoncillo.

Varias noches  y en pareja
les oí hurgando y comiendo,
Siempre escapaste corriendo
Frente a cada atropellada
Y reías a carcajadas
Al salirte del entuerto.

Hoy te ganó el desconcierto
Y cantaste pal carnero,
Pues mi cuchillo certero
Y mi sangre cazadora,
Entre el ocaso y la aurora
Te esperaron traicioneros.

Doce pulgadas de filo
Contra dos de tu existencia
Mancharían mi conciencia 
Si tu hubieras sido bueno,
Pero tenias por el suelo
Mi moral y mi paciencia.

No había plata para trampas
Y además quería ser yo
Quien te rompiera las guampas
Querido amigo Ratón,
Mi cuchillo sin perdón
Te enterré en forma tan grata!
Que ni con cien trampas gatas
Te hubiera cazao mejor.

Me quedó tu compañera
Vieja, gorda y bien cuidada
Pues la tengo alimentada
Ya que tuito me destroza,
Maldita vieja babosa!
No pasa otra madrugada.

 Epílogo: Extrañaré al siempre eterno Jerry, que en sus postrimerías habitara mi ya casi despoblado coto de caza. Dios lo tenga en la gloria y no lo suelte!

Juanjo Braida 2013®

I

I

Hoy me ataca la noche, por la espalda, traicionera, esperada,
me cobijo en el recuerdo, insípido, inconsistente,
intento -en tus brazos lejanos- despertar el presente
susurrándote en silencio airosa alborada.

Te extraño en tono ocre, en mustia espera doliente, tensionada,
en caramelos de miel mi boca convierte presta un secreto en beso,
recorren mi alma tus suaves caricias, soñando inmóvil tu pronto regreso
buscando a tientas entre mis desvelos la lujuria que dejaste abandonada.

Presúmote lejos, bienaventurada, de tanta nostalgia invádenme celos,
te observo en retratos gastados, añejos, tan sordos, tan mudos,
y una hoguera incendia voraz, tu mundo y el mio no tan paralelos.

Qué suerte distinta tendría mi noche, si acaso vinieras un rato a mi veda!
serian eternos los fugaces segundos, curvándose impío todo el universo
siendo tan noble, tan puro, tan nuestro, que ni el propio Dios lo prohibiera.

Juanjo Braida 2013©


martes, 24 de noviembre de 2020

Dia uno de olvido.

Dia uno de olvido.

De pronto empiezas a sentir la soledad de cuerpo presente, y sin analizarlo mucho comienzas a alejarte. El olvido nace espontáneamente, como el amor, con la sola diferencia que el primero vive eternamente y el segundo se muere un poco en cada intento. Aveces uno se queda donde sabe que no es querido, unas veces para juntar el coraje necesario, como el animal herido que se echa a dormir y lamerse esperando reunir de nuevo sus fuerzas para partir. Otras veces se queda abrumado por el miedo y el frío de pensar erróneamente que nadie va a quererlo a uno después de haber querido tanto. La verdad es que uno se queda mientras decide de que estupida manera asesina sus sentimientos y asume el fracaso. Quedarse así, en ese sin sabor de la costumbre, es igual de cobarde e inservible que el suicidio, pero más lento.

Juanjo Braida 2020

sábado, 7 de noviembre de 2020

Sonrisa de utilería.

Sonrisa de utilería. 

Hoy paso una señora frente a mi casa, rato antes la vi en la feria, con una gran sonrisa pintada en el rostro, era un payaso cantando y pregonando que pintaba caras a voluntad, parecía tener toda la alegría del mundo mientras reía, cantaba y ofrecía su trabajo. Me llamo la atención, pero no me acerqué a conversar, sólo la vi, la observé unos instantes y seguí haciendo mis compras. 
Ahora, cuando con su paso cansino, bolso al hombro y una mesita bajo el brazo paso por mi calle, pude observar que toda su sonrisa era de utilería, pude ver en sus ojos y en su andar que iba triste, quizá preocupada. Furmulé varias teorías acerca de su problema, quizá no trabajó lo que esperaba y la semana se le haría larga. Quizá sólo estaba triste, no lo se. Pero me conmovió su rostro pintado y su andar cansino. Podía ser la abuela de alguien, y estaba triste.

Juanjo Braida 2020

martes, 3 de noviembre de 2020

Oro.

Oro.

Nos estábamos aprendiendo a conocer nuestras zonas grises, 
los matices oscuros detrás de cada sonrisa. 
Queríamos saber si 
era oro tanto brillo, 
nos pusimos en prueba de fuego, 
y aún permanecíamos intactos. 
Quizá seamos oro después de todo, 
la certeza entre tanto error, 
un claro de luz en un cielo nublado, 
algo brillante en esta decadencia humana.

Juanjo Braida 2020

miércoles, 21 de octubre de 2020

Queriendo leerte.

Queriendo leerte.

Me ves diferente aveces, la mirada se te ilumina y brillas en un tono tan alto y tan notablemente distinto al de otras horas, que causas una especie de deja-vú en el que todo es igual, pero en otro ahora. Yo también brillo así de vez en cuando, sobre todo en esas horas tan cortas que puedo tenerte a mi manera, y aunque breve, vuelo a alturas inimaginables para este yo, que hasta verte, apenas si podía caminar con dificultad. Me gusta tu perfume, me gusta sentirlo en mi almohada el día después del incendio. Adoro despedazarnos la piel a besos y a ratos como si el mundo terminara mañana y con la misma tierna, terca y absoluta ansiedad, hablar del futuro. Creo que eres uno más de mis poemas, difícil de descifrar, rebuscado, diferente, y definitivamente eso es lo que me atrae. Si me hubiera sido fácil dormir en tu pecho jamás hubiera intentado leerte. Te quiero.

Juanjo Braida 2020

lunes, 19 de octubre de 2020

Me gusta el fuego y jugar. Y quemarme si es el tuyo las veces que sean necesarias. Arder hasta la última braza, morir y resucitarnos. Me gustas.

Juanjo Braida 2020
Entre tanto ruido, apenas escuchamos los murmullos del alma que nos dicen: no están equivocados, se quieren. Y sin negarlo quizá tampoco admitimos nada. Apenas si nos lo dejamos saber entre las miradas. Hay mucha cobardía disfrazada de silencio, y mucho amor encriptado en los abrazos, en el roce de las manos. Y aunque sabemos que podemos vivir separados, lo cierto es que no queremos, juntos vibramos más alto, no en vano somos dos.

Juanjo Braida 2020

martes, 13 de octubre de 2020

La nada.

La nada.

Tomé la pluma 
en el foso de mi alma,
mi tinta roja, en su papel negro,
en la noche oscura de mis recuerdos.
Quise escribir un verso,
apagado y triste como la vida misma,
y me salió la nada,
un vacío intenso,
que apenas llenaba mis ganas.

Juanjo Braida 2012

sábado, 19 de septiembre de 2020

Ruta.

Ruta.

Me gusta rodar contigo, ir siguiendo tu rumbo, media calzada a la izquierda y detrás, cuidándote la espalda como siempre. Cuando me toca guiarte, la visión se me divide hábilmente, el ojo derecho dirige la máquina y el izquierdo y más de medio corazón van pendientes al espejo, queriendo saber siempre si esquivaste ese pozo que te marco mi pié, si las luces están encendidas, si el cansancio te hace estirar las piernas para hacer una parada. Me gusta rodar contigo, saber que la ruta no es sólo asfalto y paisaje, estas vos, estoy yo, y más kilómetros de que algunos pueden imaginarse. 

Juanjo Braida 2020

viernes, 18 de septiembre de 2020

Carta primera a mi hija.

Carta primera a mi hija. 
 
Hace unos días supe que vendrías,  y abrazados con tú madre lloramos.  
Que alegría! Que contentos nos dejó la noticia! 
No eres casualidad, eres producto de un amor que dio sus frutos. Llegaras en primavera, traerás todo el amor y los besos  que encuentres, como suvenir mil noches en vela 
Y de contrabando el llanto mimoso y mañero que sólo pretende un beso. 
Te estamos esperando hija! Tú madre tú hermano y yo. 
ya te imagino en mis brazos, y puedo ver a tú madre orgullosa amamantándote a mi lado en la cama. Hoy te envié chocolates con tú madre. Ya ves, te malcrío como a tú hermano mientras mimo a tú madre que sabes? a veces llora, está sensible. 
Perdona sí te despierto con esas caricias y besos en la panza de mamá. Pero te he esperado mucho y ahora que se que vendrás sólo quiero mimarlas y hacerlas felices a ti y a mami. 
Besos hija! Te esperamos. Voy a cuidar a tú madre y a tú hermano. 
Cuando llegues, los cuatro juntos dormiremos abrazándonos en la cama que una vez nos vio solitos a mami y a mí. 
 
 
Juanjo Braida a Milagros Braida. 
 
 Atlántida 31 de enero de 2006

sábado, 12 de septiembre de 2020

Nada.

Nada.

Me preguntaron que tenía contigo, contesté nada, nos tenemos a nosotros y eso es el mundo entero. Nada existe que otros deban saber, sólo verán la complicidad de la amistad, el abrazo más largo de lo normal y si son detallistas alguna caricia robada y los besos más tiernos que existen. Sin embargo, en la intimidad de nuestro secreto lo tenemos todo. Morirían de envidia los casados si supieran de las noches de desvelo. Se avergonzarían los novios de la profundidad de nuestras charlas. Pero no tenemos nada, nada que terceros quieran separar, nada de lo que nadie pueda hablar con certeza, apenas presunciones, chisme de salón. No tenemos nada dije, pero somos todo lo que muchos jamás serán.

Juanjo Braida 2020

Ansiedad.

Ansiedad.

Estabas cerca a llegar, presentía tu perfume y tus caderas acercándose a mi cama que fría y vacía extrañaba tu humedad y tu presencia. Te esperaban la cerveza y el desvelo, que impacientes  se bebían mutuamente quizá para matar la ansiedad o tan siquiera evitando contar las horas. Estabas cerca a llegar, querías venir, venirnos y quedarte, matarnos noche adentro de las sábanas, resucitarnos a besos de a ratos y matarnos de nuevo. Parafraseando el paso anterior a la luna de miel, amarnos hasta que el sol nos separe. Estabas llegando, podía predecir tu sonrisa apagando el silencio y tu mirada perdida en un punto medio entre mis ojos y el techo. Estabas ahí, a pasos de mi, aún con ropa, sentada en mi cama, llegaste.

Juanjo Braida 2020

juanjobraida.blogspot.com

martes, 8 de septiembre de 2020

El fuego a veces moja,
y no quema,
y esta entre tus piernas,
y salta,
y me incendia.
Se vuelven locos los besos
y desbordan rabiosos 
cayéndose de los labios
mas rápido que la ropa.
Hay una intensidad de trueno 
contenida en tu vientre,
que me arranca los miedos 
y a su modo me envuelve.
Me preñan de ganas tus gemidos 
al tiempo que ensayamos 
la luna de miel, que sabemos,
no habrá.
No hay mas compromiso que un beso de amigos,
ni mas despedida que un simple hasta luego.
Furtivo y furioso como un torbellino 
tu amor y mi amor siguen su camino.

Juanjo Braida 2015©

martes, 18 de agosto de 2020

Humedad.

La lluvia había huido, el aire era espeso y húmedo, como si acaso el final de la tormenta intentara recordarme su aliento de post-beso. Podía mi instinto oler su perfume aún en la distancia del recuerdo fresco, podía -y estaba mal- estar necesitando otro encuentro, otro tímido roce de manos, otra charla tranquila y sin tiempo.
Todo era tan efímero y sutil, que terminé por aceptar que la estaba idealizando, que no era ella, que no era yo, que era solo el final de esa tormenta y la humedad. Me acabé convenciendo que al final, los fantasmas mas reales están vivos, son complejos seres bien peinados que se esfuman y aparecen a su antojo, sin que nada pueda hacer para atraparlos.
Terminé fumando boca arriba, mirando la nada, y anhelando su regreso.

Juanjo Braida 2015©

sábado, 15 de agosto de 2020

Inmortales.

Inmortales.

Que curiosa la agonía de los besos
que se quedan colgados de los labios
y ni el tiempo puede deshacerse de ellos.
Aparecen cuando crees que se han muerto
rompiendo la distancia de los años,
se levantan a si mismos y caminan
por los vacíos pasillos donde habita el desengaño.
A qué eterno purgatorio son condenados
que ni mueren, ni viven, ni se van, ni se olvidan,
sobreviven al desgaste de los calendarios
como suicidas condenados a vivir por siempre,
son vestigios de una energía
que debió apagarse con el último te quiero,
con el ultimo aliento exhalado
del cadáver de un difunto amor eterno.

Juanjo Braida 2014©
(foto Anna Hurtig)

Velorio de besos.

Velorio de besos.

Murieron todos,
se suicidaron de apuro y de golpe.
Aún recuerdo el último,
cortito y apurado por nacer.
Tendré que vivir sin ellos,
deberé aprender a no velarlos
y dejar que los entierres en otros labios.
Se murieron todos,
me dejaron lastimosamente con vida.
Respirando el aire sin tu perfume.
Que maldad!
que derroche de caprichos rebuscados
yo queriendo y vos negando.
No se bien si se suicidaron,
o tu, los asesinaste.
Al caso, muerto están
y más no importa.
Me faltan,
los lloro en un duelo que presiento
será largo y frío
como el invierno que sembraste en mi pecho.
Se fueron tus besos de mi,
sin embargo,
el sabor a ti se me quedó metido en la boca.
Murieron todos,
menos yo que quedé en este limbo dantesco,
entre el paraíso de los recuerdos
y el infierno helado de las noches.

Juanjo Braida 2020

Te escribo porque aun 
no he conseguido reemplazarte,
porque reinas los vacíos,
y sin ocupar mas que un poco de memoria 
bloquéas mis instintos de salvarme.
Aun no encuentro una nueva tu
que me mueva los cimientos y los techos 
y que suerte, porque han sido ustedes,
-todas las tu que he vivido-
la razón de mis poemas mas grises,
culpables de tanta lluvia y cicatrices.

Juanjo Braida 2015©

martes, 11 de agosto de 2020

Era ella.

Era ella.

Estaba vivo, parecía moribundo y hasta hediondo pero estaba vivo. Era dulce como una flor de esas que te déjan sonriendo más tiempo de lo que imaginas. Era ella, definitivamente ella. No era el calor de la estufa, el vino en la noche de invierno, era ella y era yo. Tan inmortalmemre indefensos que sólo una nube podía apartarnos. Era ella, lo sabia desde esa mañana en las sierras. No podía equivocarme tanto, si algo sabía era leer su mirada. Vio mis demonios y se quedó. Era ella, podía distinguirla de ojos cerrados en una multitud, su perfume al viento, la sonrisa tatuada, la mirada con brillo, era ella!

Juanjo Braida 2020

viernes, 7 de agosto de 2020

Menta, tabaco y ausencia.

Menta, tabaco y ausencia.

Que resaca resentida de reproches 
son las noches sin tus besos,
y aunque ya no los recuerdo
me imagino tan siquiera a ratos
tu lengua que se mueve, menta y tabaco,
y la mordida, siempre al final, 
canibalizando mis instintos.
Que desaire tu desdén desordenado,
que solo a ti obedece y te da amnesia,
que desastre fue dejar suicidar a la utopía 
a sabiendas que podíamos salvarla.
Un desfile de difuntas cicatrices 
va sangrando sin sentido 
por las calles del destiempo,
y yo, en ésta cama fría, 
muerta y ajena,
y tu, con tus caderas furiosas
mordiendo otros sueños,
y los dos, muriéndonos al fin
irremediablemente lejos.

Juanjo Braida 2015©

jueves, 6 de agosto de 2020

Carta breve para usted.

Carta breve para usted.

Nada voy a confesarle, definitivamente no tiene sentido, sería absurdo. ¿Acaso la luna le rinde pleitesía al sol? ¿acaso le confiesa la necesidad de brillar con su luz? No, no lo hace. Pero si aclararé para evitar caer en negligencia, que ardo al roce de sus manos. Y no hablo de llamas pasionarias y nocturnas, hablo del calor pecho adentro que trasmuta en verano esta noche de Agosto. Sin más que agregar en mi defensa, me despido esperando tenga usted las buenas noches que merece.

Juanjo Braida 2020

miércoles, 5 de agosto de 2020

Se que me quieres, 
que adoras mi sonrisa 
casi tanto como yo a tus abrazos, 
por eso sigo tu rastro de miradas, 
así si me pierdo que sea en tus ojos. 
Porque si el norte de tus ojos me guía 
poco me importa el mapa del destino,
si es a tu lado el paseo 
el paisaje es siempre de deseo. 
Se que me quieres, 
por eso sigo tu rastro de besos, 
así si me pierdo que sea en tu boca.

Juanjo Braida 2020

lunes, 3 de agosto de 2020

No era el Parkinson.

No era el parkinson.

Comencé a darme cuenta que algo no andaba bien cuando le vi tomándose la mano derecha. Hacía tiempo que no iba por casa, eran tiempos raros, ya era padre, estaba "hecho un hombre" como decía él.
Estaba triste, recién ahora puedo, tan solo en parte, comprenderlo. No era el parkinson, le dolía la pobreza. Aun así nunca renegó.
Tenía tanto que decir, y sin embargo, "aguantó la marca sin balar", siempre fue así.
Peleó contra la ignorancia y la ignorancia le ganó.
Como le cambiaba la cara cuando me veía! -parece mentira- decía mi tía que siempre andaba en la vuelta, -llegó el nietito y se le pasan todos los dolores Jesús bendito!- Y en parte era cierto, mi presencia le alegraba el día.
Le daba vergüenza comer, se le caía la comida camino a su boca, y me miraba espiando a ver si yo notaba esas pequeñas torpezas.
Pero no era el parkinson el peor de sus problemas, era la tristeza. 
Había sido el rey de su casa, hoy veía a sus hijos destruyendo en poco tiempo, el capital que le costó mas de 60 años generar. 
Ya no alcanzaba la plata de la jubilación, me contó mi abuela, que a veces no tenían pan al medio día en la mesa. 
El nunca se quejó, nunca pidió nada, y valla si había ayudado a mas de uno!
La época de los "amigos" se le había ido, antes, cuando era él que los llevaba  en su auto era "don Mario", ahora, al "viejo Mario" nadie lo invitaba a pescar... Jamás se quejó de ésto, pero lo adivinaba en sus ojos cuando me preguntaba -¿sabés si hay pique? debe estar bueno hoy porque el viento está de la playa, con el agua tapada sale la corvina-.
Yo fui un tipo con suerte, tuve un abuelo que lo único que le faltó para ser perfecto es no haberse ido ese 2 de noviembre.
Muy fácil resulta ahora reprocharme a mi mismo no haberle dado mas tiempo, pero aprendí que no tiene sentido. Le dí lo que pude, todo lo que pude y él me dio lo que soy, todo lo que soy.

Juanjo Braida 2014©

Te dejé dormir.

Te dejé dormir.

Te dejé dormir y no quería,
tampoco tu querías dormir
y sin embargo, te dormiste.
Quizá hubiéramos podido no dormir juntos,
por ahí lo necesitabamos,
pero te dejé dormir.
  Me cuesta cada vez más
mirarte a los ojos y disimular,
negar que no me pasa todo el mundo
en ese espacio que dejas a oscuras cuando parpadeas.
Te dejé dormir y me arrepiento,
debí desvelarte, debimos arder,
pero ahora tu duermes
y yo escribo.

Juanjo Braida 2020