domingo, 24 de abril de 2016

Revolotean caranchos los besos idos
quedados adentro, nonatos, podridos,
vacíos, sin gracia, recuerdos perdidos.
Así me muero a veces cuando te suicido,
cuando te arranco de cuajo
de entre mis olvidos
y te tiro entre los desechos
de los sueños que abandono.
Me muero un poco mas cada día
sobre todo si es nublado,
si esta domingo o hace frío,
pero lo peor es concluir
que ya no te sueño, ni te nombro,
ni deseo tu fuego y tu cuerpo,
ni te creo tus mentiras mientras besas,
ni te extraño, ni te espero,
y te olvido un poco mas
cada vez que te recuerdo.

Juanjo Braida 2016®