miércoles, 3 de marzo de 2021

Ya no sé qué demonio
alado y ardiente,
encendió su cuerpo,
quemándole los miedos,
renaciéndola en cenizas,
más vital y más nueva,
más mujer y más hembra,
más impúdica y mas lúdica.
De mi perdición son culpables
sus labios y sus pechos,
sus ojos, sus miradas y sus gestos.
Y me entrego,
y me quema,
y ardo en ella,
dentro de ella...
Y me pierdo y la encuentro,
y me quema y ardemos...
Ya no sé a qué demonio venerar,
a qué hijo del infierno prender velas,
¿quién le dio de pronto ese fuego?
¿quién la ha hecho nacer, tan mujer y tan nueva?
tan ella, tan de nadie y ¡tan mía!

Juanjo Braida 2014®