Hoy nos sobró una copa de vino pero nos faltó tiempo,
no rompímos el sillón pero si el maleficio de la espera.
Nos sobraba tarde,
y sin embargo,
faltaban las horas de la noche
y por diez minutos,
fuimos más que reyes en tu castillo.
"El que busca encuentra" -dijiste-
y por varios días sólo buscamos.
Te regalé mis te quiero y el almuerzo
y tu me tomaste en tu templo.
Siempre nos sobra vino
y casi siempre nos falta tiempo.
Te regalo mis te quiero y el desayuno,
y tu me das tu sonrisa, tu humedad y tu fuego.
Juanjo Braida 2020