Rumor.
Somos lo que somos
sin cadáver ni evidencia,
somos la presunción
de aquello que jamás se confiesa,
secreto a voces,
y ese salud al brindis
que es código indescifrable
de nuestra íntima existencia.
Somos la complicidad,
la mirada rápida que habla en silencio
y la caricia robada entre mates.
Somos el café del desayuno
y la cena en la cama,
somos tantas cosas!
y en carencia total de evidencias
somos hipótesis, rumor,
no somos nada.