Te dejé dormir.
Te dejé dormir y no quería,
tampoco tu querías dormir
y sin embargo, te dormiste.
Quizá hubiéramos podido no dormir juntos,
por ahí lo necesitabamos,
pero te dejé dormir.
Me cuesta cada vez más
mirarte a los ojos y disimular,
negar que no me pasa todo el mundo
en ese espacio que dejas a oscuras cuando parpadeas.
Te dejé dormir y me arrepiento,
debí desvelarte, debimos arder,
pero ahora tu duermes
y yo escribo.
Juanjo Braida 2020