miércoles, 20 de enero de 2021

A mi salud y la de Charles Bukowski.

A mi salud y la de Charles Bukowski.

Estaba empezando a tener sed, esa sed que se siente cuando los labios se resecan desde adentro, cuando se deshidratan y que sólo se remedia con un beso. Más no cualquier beso, y no hablo de si es uno tierno, uno pasional o un simple roce de labios, me refiero a que deben ser suyos. Sentía la distancia como una penitencia, como si intentara enseñarme algo. Pensaba en cuánto y cómo nos queríamos y en el esfuerzo que hacíamos por no separarnos. Aprendí a no llorar más que de emoción, tristemente me acostumbré a éstos golpes. Sin embargo, como un perfecto ludópata, apostaba mis últimas fichas a mi mismo, luego de quebrarme jugando sólo a sus números. Bukowski me insultaría alegremente y después me invitaría a una cerveza, porque al final, soy como él pero más imbécil. Porque como él dice y cito textual: "para escribir de amor hay que estar enamorado o con el corazón roto y no se cual de las dos es peor"

Juanjo Braida 2021