jueves, 20 de mayo de 2021

Quentes.

Quentes.

El otoño estaba ahi afuera, dentro la hoguera ardía permanentemente, en cada palabra, en cada gesto, en la sonrisa. Todo avivaba el fuego, que humedecía implacable el infierno de tu vientre. Cada noche un nuevo incendio, y a la mañana, bastaban un par de charamuscas para arder de nuevo. No puedo estar así! -exclamabas- mientras la pira encendida de las ganas nos quemaba a la distancia presagiando una memorable batalla cuerpo a cuerpo. Echa más leña, al final, para estar fríos tenemos los años de la muerte.

Juanjo Braida 2021